
Nuestra Fe
En la Iglesia Bautista Victoria en Cristo, creemos firmemente en la verdad de la Palabra de Dios y nos guiamos por una fe bíblica que transforma vidas. Nuestra declaración de fe está basada en La Fe y el Mensaje Bautistas de 1963, un resumen de creencias fundamentales compartidas por muchas iglesias bautistas en todo el mundo:
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La Biblia: Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, inspirada, infalible y autoritativa. Es la norma suprema para nuestra fe y práctica.
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Dios: Creemos en un solo Dios, que existe eternamente en tres personas: Creador, Hijo y Espíritu Santo.
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Jesucristo: Creemos que Jesucristo es el Hijo eterno de Dios, concebido por el Espíritu Santo y nacido de una virgen. Su vida perfecta, muerte en la cruz, resurrección y regreso prometido son el centro de nuestra esperanza.
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Salvación: Creemos que la salvación es un regalo de Dios por gracia, mediante la fe en Jesucristo como Señor y Salvador. No puede ganarse por obras, sino que se recibe por la fe personal.
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La Iglesia: Creemos que la iglesia es el cuerpo de Cristo en la tierra, una comunidad de creyentes bautizados que se reúnen para adorar, enseñar, compartir el evangelio y ministrar en amor.
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El Bautismo y la Cena del Señor: Observamos dos ordenanzas: el bautismo de creyentes por inmersión como testimonio público de fe, y la Cena del Señor como recordatorio del sacrificio de Cristo.
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El Reino de Dios: Creemos en el avance del Reino de Dios en la tierra y en la venida futura del Reino en plenitud, cuando Cristo regrese en gloria.
Las Cuatro Libertades Bautistas
Como iglesia bautista, también afirmamos las cuatro libertades bautistas, principios fundamentales que guían nuestra identidad y misión:
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Libertad Bíblica: Cada creyente tiene el derecho y la responsabilidad de leer, estudiar e interpretar las Escrituras, guiado por el Espíritu Santo, sin imposiciones humanas.
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Libertad de Iglesia: Cada iglesia bautista local es autónoma bajo el señorío de Cristo. Nos autogobernamos, pero cooperamos voluntariamente con otras iglesias y organizaciones cristianas.
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Libertad de Conciencia: Toda persona es libre para seguir su conciencia en asuntos de fe, sin coerción. Valoramos la fe genuina nacida de una decisión personal.
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Libertad Religiosa: Defendemos el derecho de todos a practicar —o no practicar— su fe, sin interferencia del Estado. Creemos en la separación entre Iglesia y Estado como protección para ambos.